11/6/15

Hayedo sereno

Hayedo sereno,
amante rubio
que dijiste adios
sin pena
al último día
de agosto.

Debajo, camastro
de hojas heridas
que mullen el suelo
amarilleando pasos.

El aire se va
aquietando
alrededor
de la plata manchada
de tus cortezas.

Tiene algo de fuga
tu silencio,
como un abrazo suave
que va enfriando
los dedos.

Pareces una bestia
quieta y bondadosa
que me advierte,
otro año más,
que el invierno
principia.