31/5/12

Garrotín "Del viento y del pueblo"


Continuamos con el día de las letras flamencas. Versos llenos de vida, llenos de historias donde los sentimientos fluyen desde lo más profundo del alma. Os dejo con la nueva letra.

El invierno de la capital española te recibió con dureza. Enseguida escribiste una carta a Sijé en la que le decías que Madrid no era como lo habías soñado. En febrero te publican un reportaje en la revista Estampa pero te echan de la pensión en la que estabas y que ya no podías pagar. Empiezas a tocar fondo y deambulas y duermes un fin de semana, a fuerza de mil peripecias tristes, bajo los puentes y en el metro. El día 15, derrotado, decidiste volver al pueblo, con un billete gratuito a nombre de otra persona, cargado de una maleta llena de ropa raída, un pesado diccionario y algunos libros que habías conseguido por muy poco dinero. Volviste al pueblo pero no a las cabras y seguiste escribiendo. De nuevo con tu voluntad e ilusión y de nuevo con la
insustituible ayuda de Sijé, marchaste otra vez a probar suerte en Madrid dos años después de tu primer fracaso. A partir de aquí las cosas fueron mejorando, lo cual no era difícil en comparación con tu primer viaje. En total hiciste cinco viajes a Madrid, tomaste parte en las misiones pedagógicas, en las que te uniste a un grupo de escritores y artistas con los que fuiste llevando la cultura por diversos pueblos de la entonces conocida como Castilla La Vieja, Andalucía y La Mancha, durante febrero y mayo de 1935. Mientras tanto, como no podía ser de otra forma, tu naturaleza imperativa y por su fuero, tus ganas de todo, comenzaban a separarte de forma definitiva del olor a sacristía que impregnaba cuanto tenía que ver con Sijé y su ultracatolicismo.

En este momento, escribiste el poema Sonreídme, en el que decías que
estabas muy satisfecho de haberte librado de la serpiente de múltiples
cúpulas, del infierno de incensarios locos, porque estabas caminando
hacia donde estaban los de siempre, los que contigo, en surcos, andamios,
fragua y hornos os arrancabais la corona del sudor a diario.


Garrotín
Del viento y del pueblo
 
Tengo las manos quebradas,
están hechas al trabajo,
vengo del viento y del pueblo
de donde estáis los de abajo.


Conozco vuestras ganancias,
dueños del sudor y el barro,
no me olvido de la renta
que os quiebra los espinazos.


No puedo negar mi sangre,
ni soportar por más tiempo
este olor a incienso y sombra
que tizna desde los templos.


A vosotros va mi voz:
queden las cárceles solas,
reclamemos paz y panes,
que rían todas las bocas.

29/5/12

El Mellizo

Cuando voy a solas con mi locura, los pasos se me manchan al llegar la tarde.
La suciedad se encrespa, me avasalla, ofende mi carne.
Sé que no habrá salvación. 
Pero llega Enrique y me lava el alma. La tristeza no me abandona, pero quedo al fin limpio.

24/5/12

Tientos/tangos "A Madrid con un sueño"


Seguimos con el día de las letras flamencas. Versos llenos de vida, llenos de historias donde los sentimientos fluyen desde lo más profundo del alma. Os dejo con la nueva letra.

Y  Miguel, por aquel entonces conociste a Fenoll, ¡qué gran cosa fue conocer al Gracias al panadero Fenoll empezaste a publicar en periódicos y revistas
locales y diste tu primer recital de poesía en el Círculo Católico de
Orihuela.


Además, con Carlos conociste a Jesús Poveda y a José Marín, con los que conformarías el llamado ‘Grupo de la tahona’, porque os reuníais,especialmente para hablar de poesía, en la tahona del panadero. José Marín, también conocido como Ramón Sijé, tu compañero del alma, tenía tres años menos que tú, pero su preparación académica superaba la de todos vosotros. Él era los conocimientos y tú la intuición, él el catolicismo ascético que niega la carne y que llega a mirar con simpatía al falangismo y tú, tú Miguel, la vida desbordada y el compromiso con cualquier hombre que sufriera. Juntos, con su orientación y tu talento, escribes poemas que, sobre todo,
defienden el catolicismo.


Querías salir del pueblo como fuera. En la mili quedaste exento por excedente de cupo y viajaste a Alicante para intentar modificar esta situación. Y no tuviste suerte con lo de la mili y tuviste que forzar tu propio camino, pidiendo dinero a tu madre y a tus hermanas, a tus amigos, contando con la ayuda y los contactos imprescindibles de Sijé. Así, con la ilusión de un poeta de 21 años, te despediste de tus amigos Fenoll y Poveda, que junto a Sijé acudieron el 30 de noviembre de 1931 a despedirte a la estación de tren, de donde partiste camino a Madrid.

Tientos/tangos
A Madrid con un sueño

Se marchó al fin de Orihuela
en abarcas por un sueño,
enamorado del sol
y con aroma cabrero.


En casa quedó Concheta,
quedó en la estación Ramón,
abrazos de los hermanos,
el padre no dijo adiós.


En tren iba por el cielo
para ser perito en lunas
que tó el que no la busca
tendrá esperanza ninguna.


Lo que Madrid prometía
sabor a miel le dejaba
pero el viento tiene agujas
que en invierno quebrantaban.


Allí esperaba la vida
con sus ratitos de 'durse',
la muerte viajó a su lado,
ella nunca se confunde.

23/5/12

¡Siempre hay que soñar!

¡Qué agradable es sentirse querido! Aquí os dejo un maravilloso regalo de mis amigas. Un sueño que algún día quizá se haga realidad...

17/5/12

Fandangos "Soledad, qué solo estoy"

Continuamos con el día de las letras flamencas. Versos llenos de vida, llenos de historias donde los sentimientos fluyen desde lo más profundo del alma. Seguimos con la carta a Miguel Hernández.

Un día coincidiste con el cura Almarcha en la calle y le diste a leer algo tuyo. Le gustó y te ofreció su biblioteca para que fueras a leer.



Además, en plena adolescencia, te gustaba como a cualquiera la juerga y las bromas, y jugabas en un equipo de fútbol que tú mismo bautizaste como  "La repartiora‟ porque lo repartías todo entre vosotros: El Mella, Rosendo Mas, Sapli, Manolé, Pepe, el Botella, Paco, Rafalla, Gavira, el Habichuela, José María, Paná, Meno y el Barbacha, que eras tú. Te pusieron este apodo, que es el nombre de un tipo de caracol, porque eras un jugador bueno y fuerte, pero algo lento.


Y Miguel, por aquel entonces conociste a Fenoll, ¡qué gran cosa fue conocer al panadero Carlos Fenoll!, enamorado de la poesía, del arte de conversar y del flamenco, devoto de Cepero para más señas. Un día, en una taberna de la calle Barea a la que te llevó, porque allí se degustaba el cante jondo, tras unos vasos de vino, te comprometiste con el cantaor Antonio García Espadero, conocido como el  "Niño de Fernán Núñez‟, a hacerle unas coplas que titularías Canción de flamenco y Soledad, ¡qué solo estoy!



Fandangos
Soledad, ¡qué solo estoy!


En un rincón de Orihuela
versos y panes brotaban,
esos muchachos pensaban
que las torres eran altas
y que todo era primavera.

Al abrigo de aquel vino

nacieron dos coplas negras,
de potrillos sin camino,
que van buscando el alivio
para su carga de penas.

15/5/12

¿Cómo escuchar el "Expediente 21.001"?


Casi siempre que tengo la opción de hablar con alguien que va a comprar el “Expediente 21.001” le doy el mismo consejo… o aviso. Este proyecto no es un disco de flamenco, al menos no es sólo un disco de flamenco. En el fondo es una carta, un relato que le hemos escrito al fantasma del poeta, a su recuerdo, a su espíritu… no lo tenemos muy claro pero sabemos que Miguel nos oye. No es una biografía al uso, lo planteamos como un homenaje desde el corazón al más corazonado de los hombres.

Por eso le pido a la gente que lo vaya a escuchar que espere al momento adecuado, que reserve una hora de su vida y se deje llevar, se emocione y escuche la historia de Miguel Hernández.

Eso es precisamente lo que le he dicho a Sheyla esta mañana. Ella ha ganado el sorteo del libro-disco, así que Sheyla dedícale una hora y disfruta de la vida de uno de los mejores poetas españoles…

10/5/12

Campanilleros "Pastoreando Versos"

Continuamos con el día de las letras flamencas. Versos llenos de vida, llenos de historias donde los sentimientos fluyen desde lo más profundo del alma.

La vida fue tu primera herida, Miguel. Por ella pasaste obstinada y entregadamente, con tu irrefrenable ambición de ser un gran poeta y tus ganas de risa y pan para todos.
Si tu vida fue una herida, tu piel se abrió generosa al mundo en el pueblo alicantino de Orihuela, lleno de alzacuellos y con su penetrante olor a incienso. Porque las costumbres y la vida cotidiana de tu gente se mecían a un son católico que marcaban el obispo y la catedral de Orihuela, a los que se sumaban treinta iglesias, un seminario y varios conventos. Pero no era cuestión sólo de sacristías la vida en tu pueblo… rodeada por unos montes pedregosos y ásperos que protegían la exuberante vega, la naturaleza allí era y es un constante homenaje a la lujuria del sol y el agua.

Tu llanto de criatura arrancada del vientre materno rompió el aire el 30 de octubre de 1910. Ya estaban en el mundo tus hermanos Vicente y Elvira y a ti te siguieron en los años siguientes Concepción, Josefina y Montserrate, que murieron, y la pequeña que sobrevivió, Encarnación. Tu madre Concepción Gilabert fue bondadosa pero tu padre, Don Miguel Hernández, un tratante de cabras, era duro y autoritario, bien lo supiste, y no quiso nunca apoyar tus batallas con las metáforas y las rimas. Hasta tal punto no te comprendía, que tu hermano Vicente contaba cómo leías a escondidas, especialmente por la noche, cuando todos estaban  acostados, en la habitación que daba al corral. A veces te sorprendía tu padre y se levantaba para apagarte la luz. Entonces, ¡cómo sería la cosa!, que Vicente decía que “sucedían escenas terribles”, que dejaban a todos “espantados”.

Tus ojos de niño sorprendido se abrían para verlo todo, para tocarlo todo. El universo se estrenaba con cada nueva mirada y no había detalle que dejaras escapar.

Contaba  tu hermana Elvira que desde muy pequeño te quedabas largo rato mirando la cola de mendigos harapientos que esperaba su plato de comida, las sobras de los alumnos internos de los jesuitas. Alguna vez, cuando toda la familia estaba sentada a la mesa, hubo de salir a llamarte para que entraras a comer.

Miguel, tuviste una educación en varios colegios de unos diez años en total que, de haber continuado, hubiera hecho de ti posiblemente un hombre mejor formado y, de haber hecho caso a los jesuitas, uno más en su orden, a la que querían acercarte por tu buen rendimiento en sus Escuelas de Santo Domingo, donde obtuviste las mejores calificaciones de la clase. Allí conociste al cura Luis Almarcha quien tanto te ayudaría y quien tanto te perjudicaría. Pero, estando con los jesuitas, tu padre decide que le haces falta con las cabras, oficio que has tenido que aprender bien por ser su hijo. Te saca de las clases y te pone al frente del rebaño.

Sin embargo, el haber ido a la escuela y el saber leer son una semilla hundida en lo profundo de tu torrencial creatividad que comienza a germinar. Inicias tus visitas a la biblioteca, llevas siempre algún libro en la zamarra y garabateas tus primeros versos.

A veces, otro pastor amigo tuyo, llamado Filomeno Bas, te cuida las cabras mientras escribes versos en ese papel de estraza que conseguías del papel de envolver que utilizaban algunos comercios…



Ahora os dejo la letra que hace referencia al texto anterior.


Campanilleros
Pastoreando versos


Aquel niño llevaba un zurrón
con ganas de echar alas y ser poeta,
por los cerros pastoreaba versos
mientras los naranjos incendiaban la vega:
un traje de estrellas
se cosía Miguel letra a letra
porque la vida le quedaba pequeña.


Era el capitán de los rebaños,
los pies de tierra y la boca de simiente,
de las cabras paridas oía
el rumor de leche bajando en sus vientres,
como era un valiente,
cada día vencía a la pena
con los cantares de su risa caliente.



A  golpes de viento y madrugada
que atacaban como el yugo para el cuello
iban redoblando las esquilas
engalanando a un pequeño cabrero,
pastor moreno,
un chiquillo que soñando andaba
veredas estrechas bajo el ancho cielo. 

8/5/12

La seguiriya

Una gata tuerta
quiere cazar la mariposa de bronce
que lleva siglos dormida
y lanza zarpazos agrios
para romper la noche
en diminutos relámpagos.

Del aire brevemente roto
mana una oscuridad
aún más viscosa,
noche dentro de la noche,
claveles mustios de llanto
con todo el planeta en la garganta.


3/5/12

Letras flamencas


Hoy estreno el día de las letras flamencas. Versos llenos de vida, llenos de historias donde los sentimientos fluyen desde lo más profundo del alma. Os dejo con el poema de Miguel Hernández para dar una introducción a esta primera letra con la que comenzamos hoy. 


Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.


Querido Miguel, te vio un soldado, era 1938 y España estaba en plena Guerra Civil, tú también eras otro soldado sin nombre que miraba ausente a las olas desde tu descanso en un sanatorio para combatientes. Habías escrito en la arena tres nombres. Concha, Josefina y Miguel. El otro te preguntó que quiénes eran y contestaste que tu madre, tu mujer y tu hijo. Tres amores para ti, que fuiste un hombre atormentado de un amor por todo. El amor, una de tus heridas, las otras… la herida que te hizo la vida, a la que siempre miraste con los ojos deslumbrados de un chiquillo, y la última, tu último trago, la herida de la muerte, ante la que tampoco cerraste los ojos.


Ahora os dejo la letra que hace referencia al texto anterior.


Petenera 
Te echamos de menos


En la arena tú escribiste
con tus manos tres heridas
y las olas las borraron,
qué triste pasó tu vida.
Tus poemas nos dejaron
en el alma tres heridas.


Paz y panes para todos
tú siempre los reclamaste,
tu vida fue toda lucha
por la libertad del hombre.


Quisiera volverte a ver
y que me hablaras de todo
porque te echamos de menos,
Miguelito de mi alma,
porque te echamos de menos
cuéntame tus alegrías 
y así me darás consuelo.

1/5/12

Artesano

Hoy me he comprado el disco de Miguel Poveda "ArteSano". En mi opinión es un discazo. A parte de las magníficas colaboraciones (Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Rancapino...) creo sinceramente que este trabajo nos presenta a un cantaor pletórico y en plenitud de facultades. Hace poco vi un reportaje sobre la SGAE y la verdad es que te hace plantearte muchas cosas con respecto a la industria, sin embargo me he gastado 17,95 euros bien a gusto porque sé el que trabajo que hay detrás de la grabación de un disco, porque sé el trabajo que hay detrás del diseño de un disco y porque creo sinceramente que Miguel Poveda se lo merece. No lo conozco personalmente. Sí que hablé con él una vez en La Laurel, pero para mí una conversación de 3 minutos no cuenta. Sin embargo me cae fenomenal, además ahora mismo es el mejor estandarte del cante flamenco. Todo lo que hace lo convierte en oro. Sé que algunos pensaréis que precisamente por todo esto a Poveda no le hace falta pero creo que hay que apoyar al flamenco, y hoy he puesto mi granito de arena.
¡Viva Poveda y viva el flamenco!