28/1/12

La voz como instrumento

El cantaor de Logroño anda con gripe y, cosas de la vida, tiene dos actuaciones este fin de semana. Cuando tu instrumento va contigo siempre en tu garganta es más complicado cuidarlo. No puedes dejarlo guardado en un estuche en cualquier lugar seguro. No puedes cambiarle una cuerda si se rompe, ni afinar tirando de las cuerdas antes de una actuación. 
Las cuerdas vocales te acompañan cuando pega el frío, cuando tragas humo, cuando te bajan las defensas y los virus llegan siempre por el mismo sitio.
Entonces, cuando la garganta está medio rota, sólo se puede echar mano de apaños: miel, ginsen, gárgaras, jaculatorias y rezos variados.
O un amigo que también sea cantaor y te eche un quite cuando la cosa se ponga complicada de verdad. La vida del artista...

23/1/12

Concierto de flamenco en Nalda

Hola a todos, este fin de semana hacemos doblete así que actuamos de nuevo con el fenómeno Pepe de Olga en Nalda. La entrada también es gratuita. Os esperamos a todos a partir de las 23:30 horas en el Bar "El Secreto" (el de la Piscina).
¡Un abrazo jondo!

17/1/12

Concierto en Villamediana

Los de La Fragua, con la guitarra siempre a compás de Pepe de Olga, actuaremos en Villamediana el viernes 27 a las 23:30 horas. Entrada gratuita. Os esperamos.
Bar Bodegón del Fraile, C/Luis Ortún.


3/1/12

Enrique de Melchor

Me ha dicho el cantaor de Logroño que se ha muerto esta mañana el guitarrista Enrique de Melchor. Pena. Dentro del desconocimiento enciclopédico que uno tiene de los tocaores, Enrique de Melchor quizá sea mi preferido. El sonido de su guitarra es como la voz de un buen vecino: cercano, respetuoso, dispuesto para lo que necesites pero sin llegar a hacerse pesado. Su toque en 'La Puerta de Ronda', junto con el poderoso Menese, hacen de este disco algo irrepetible.
Enrique de Melchor, has sido uno de los grandes. Descansa en paz.



¡Melchor!

¡Qué triste!
Se nos ha ido uno de los grandes de la guitarra. Enrique de Melchor, el escudero de Menese. El hijo de Melchor de Mairena...
Ya no podremos escuchar más que en discos el grito de guerra: ¡Melchor! ¡Menese!