26/11/20

Marinero #poema

Es un hombre ancho
que se echa las manos
a la espalda mientras camina
y se le queda silueta
de ensenada con olas suaves.

Corazón bondadoso y grande,
pero algunas veces se le pone
gesto de viento gallego
y es mejor entonces
echarse a un lado.

Mir al mar por las mañanas
como si le preguntara
cuánta pesca guarda
y a dónde poner rumbo
para hacerse con ella.

Es un hombre ancho
de corazón bondadoso y grande
que mira al mar por las mañanas
porque una vez fue marinero
y nunca ha dejado de serlo.

12/11/20

Fundido a blanco #poema

Cuando la noche 
cerraba el mundo 
con su mandíbula oscura, 
yo andaba a tientas y a lágrimas. 

El reloj era una espina inmóvil 
sobre el pecho lleno de ansia y arena. 

Vivir era lo otro 
porque estaba fuera de mí. 

Entonces apareciste, 
fulgor rubio, 
fundido a blanco, 
y fui recuperando 
la costumbre de la risa.

7/10/20

Vencejo #poema

Su voz antigua 
recordaba cómo todo empezó
una mañana, súbitamente,
cuando se vieron en medio
de las corrientes del tiempo.

Nos contó que, sin aprendizaje,
improvisando avances,
durmiendo, comiendo y copulando
en un movimiento interminable,
fueron pasando los días.

El temor del duro suelo
—añadió con seriedad—
les acompañaba,
y la lluvia, el verano y las lágrimas
dolían pero no detuvieron
su ancha inercia.

Parecía que hablaba de la vida.
"Me refería a los vencejos", aclaró.

5/10/20

Alegría de trigo #poema

Mira cómo vengo,
la luz que me ha nacido en la sombra,
esta risa pura que he cosechado en mis infiernos,
qué lento se me ha quedado el gesto
de bestia que antes me arrastraba. 

Mira cómo me quedo a vivir
y a escuchar de tus cosas
en la habitación tierna
que me he construido
tomando por pared tu muralla. 

Mira, sonríeme,
que yo no puedo dejar de hacerlo
porque es una alegría de trigo
llegar a ti
limpio de mí.

Escenario y argumento #poema

Como escenario:
distancias de una galaxia a otra,
un sol con planetas que nos acompañan,
placas enormes de tierra y océanos,
espacios difusos, nieblas, días,
algunos viernes y un ahora. 

Como argumento:
unos ojos mirándote
la blusa y, bajo la blusa,
el sostén y la cálida piel deseada
que agita un corazón
largamente buscado.

Luz o barro #poema

Caminando lento y tierno,
rodeado de mil sombras,
iba tras tu huella dulce
sintiendo que era la hora. 

Todo parecía fácil:
ir al fin hacia tu boca,
no parar, alcanzar tus labios,
abrir tu risa redonda. 
Sabiendo lo que sabía,
anhelé lo que tenías:
rumores, besos, amparos. 

Dije esto –lo que podía–,
un poema de intrigas.
Y, después, o luz o barro.

Nunca regresaré de ti #poema

Llegué a tus manos y a tu mirada
como se llega al hogar,
como se llega por primera vez
a los gestos de los viejos amores. 

Busco desde entonces a diario, sediento,
los contornos de tu persona,
las pavesas de risa
que derramas sin darte cuenta. 

Y en el vértigo de tu frente
cuando permaneces pensativa
busco todo eso, en fin, ya sabes,
que buscan los enamorados. 

Seguirán las vidas y la gente
como si nada, como si nunca, pero yo,
que he comprendido lo que me has hecho,
sé que nunca regresaré de ti.

22/9/20

Madre #poema

Tú y yo somos un nombre
hecho camino
por el borde
inconsciente del tiempo.
Cada letra levanta
la tinta y la voz
al infinito
para que la lluvia del Norte
(amada lluvia cantábrica)
reparta en la tierra
y en los hombres
tu amorosa valentía.

Tú y yo somos un nombre
innombrable,
una fiereza de sangre
humildemente interior
como el cuarto donde habita
la memoria de nuestros muertos.

Roca, pan, escalera, casa:
tú y yo somos lo esencial,
una palabra voladora
crecida en el ruido de tus ojos.

Tú yo, ama, tú y yo.

14/9/20

Septiembre #poema

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.

Ángel González


Septiembre es un verano
con canas,
un amor
que ha doblado la esquina,
un mirar
lo que se va acabando,
un mes que pide perdón
y no sabe por qué.

Llega queriendo irse,
es un tiempo temeroso
de cola marrón
con una música desafinada
de frío anticipado.

Con prisa me susurra
que no me salvaré
y le miro
a sus ojos de hojas secas
y le grito
que en primavera
recogeré las flores
que llevaré a mi tumba.
Porque yo me sobreviviré.

11/9/20

No quería mirarte #poema

No quería mirarte
y te miraba.
No podía querer
y quise.
Y miro y quiero.

El mundo se nos ha puesto
del revés
y tú sigues,
como si nada.

Puerto soñado
donde llegar, al fin,
lo que queda de hombre,
para entregar todo y nada.

No fue lo que hiciste,
no fue eso,
fue y es lo que eres,
mujer libre y hermosa,
viento suave,
árbol sereno.

Tú,
eres tú.

16/7/20

Y venceré #poema

Estiro la mano
por el aire negro
hacia mañana,
como si me fuera
la vida en ello
porque, es cierto,
me va la vida en ello
y llevo demasiados siglos
de vientre en vientre,
de llama en llama,
para oscurecerme ahora.

Voy a alcanzar
con la punta de mis dedos
la tibia luz,
voy a tocar el destello
breve de la felicidad,
acariciaré la luz
para ser luz.

Rayo solitario
que me llamas
desde el fondo de la noche,
a ti voy desesperado
para beber tu esperanza,
espérame, brilla,
sigue guiando
mi altura morena.
Tú sabes que no me faltan
bondad ni valentía.

Roturas, vinagres,
vientos sucios,
podridas dentelladas,
palabras innecesarias,
llanto, enorme llanto
inacabable...
¡Atrás, lejos,
empequeñeced!
La luz que soy
y seré os vencerá.
Y venceré.

14/7/20

Todavía no #poema

Esta noche les hablaré
a mis muertos
y otra noche más
me responderá un rumor
ácido y roto.

A mi alrededor
todo será vértigo y llanto,
la lengua de la traición
me abrazará los pulmones
con su tacto áspero,
con su lento filo.

Muertos míos, esta noche 
os hablaré otra vez 
y vuestra repetida respuesta será:
"Todavía no".

14/6/20

Hemos vivido #poema

Hemos vivido horas, 
ratos, semanas
prescindibles,
desechadas
como un helado derretido.

Hemos sido alegría
desbordada,
infantil
y envidiada.

Hemos crujido en infiernos
pequeños e íntimos,
con un dolor ancho
de océano.

Y ahora toca aprender
que el sol
se pone y sale
incluso si tú y yo
ya no somos
primera persona del plural.

19/5/20

Mira cómo vengo #poema

Si supieras respirar
sin filos de navaja,
te acunaría con sábanas
que me he cosido
de truenos y amargura.

Si tu mirada
no asesinara gorriones,
te dejaría tocar
el vientre delicado
de mi espanto.

Si pudieras tocar mi corazón
sin ensuciarlo,
te dejaría entrar
como entra la primavera
en la raíz de los almendros.

Mira cómo vengo,
mira qué grito tan largo,
no sé qué camino es este
pero empiezo a comprender
lo que soy.

17/4/20

Soles de julio #poema

Paso entre vosotros
con voluntad
tierna y delicada,
atento a vuestros caminos,
enamorado de vuestra altura.

Me siento parte de todos
porque vuestro latido
es una melodía anchurosa
y eterna
en la que algo de mí
no morirá jamás.

Cuando os falte
recordadme
como la suave
luz de una tarde de abril,
que no llega a calentar
pero habla y anticipa
los sólidos soles de julio.

4/4/20

Tendré que regresar #poema

Todos estos años
me esforcé en ser fuerte,
bello y bueno,
pero no ha sido suficiente
y no tengo más
y no puedo seguir sonriendo.

Voy de un silencio a otro
como un niño solitario
en el patio del colegio,
dando insistentes patadas
a un absurdo corazón
hondamente maltratado
que late sin sangre.

La música y la luz
quedaron más allá
de aquel sábado por la tarde
y soy muy pequeño
y estoy muy cansado.

Yo no pude permanecer inmóvil
ante la muralla,
ante la amenaza de la carne destrozada
y el miedo a la herida segura.
¿De qué me hubiera valido
sobrevivir sin daño
si no lo hubiera intentado todo?

Acuchillé una niebla de silencio
y escuché lo que no quería,
me llegó una primera sílaba de verdad
que reventó en chorro creciente
de duras certezas,
de duros océanos.
Preví el naufragio,
supe lo que sé,
me ahogué y mereció la pena.

Vivo en la República de la rabia,
conozco bien lo fundamental:
la tristeza deja hilos de sal
por donde pisaron los gorriones
que después alzaron el vuelo.

Tendré que regresar
a mí y mis contornos
por la senda del dolor,
lejos de abril,
las higueras lejos,
las yeguas cegadas,
baldíos los vientres.

31/3/20

Aunque ahora no lo crea #poema

Aunque ahora no lo crea,
recuerdo que la vida era posible,
que salía a caminar por el paseo de la playa
y me paraba a ratos a mirar
el monótono romper de las olas,
que estaba convencido de que las nubes del cielo
ensayaban para mí
sus miles de caprichosas formas,
que la tierra olía como olía
después de caer la lluvia
para entregarme a mí esa fragancia milenaria,
que el viento solo se encabritaba
por hacerme rabiar un poco,
que el murmullo de los chiquillos
en los patios de los colegios
era una sinfonía infantil
interpretada a mi paso y mi ánimo.

Aunque ahora no lo crea,
recuerdo que sonreía al verte sonreír.

No lo creo, pero creeré que todo lo ido volverá,
distinto, todo nuevo
en nuestros nuevos corazones.

28/3/20

Como una fruta desparramada #poema

Mis ojos vieron
lo que no querían ver,
la boca arrugada
de la tarde
cuando se va haciendo noche
y un gorrión maltratado
los domingos
en una playa cantábrica.

Vieron al viento
pegando lametones de estiércol
a un falo extraño,
mecánicas palabras
convirtiendo en caramelo
el hierro de las rejas
y aullidos de deseo
enlatados en una pantalla.

Vieron mis ojos la verdad,
vieja desnuda,
terrible vieja de tetas arrugadas
y sexo polvoriento.

Vieron lo que no querían
ver mis ojos,
después volvieron a mí
dos esferas huecas.
Y el corazón se me abrió
como una fruta desparramada.

20/1/20

Isis

Para mi hermana
Océano de genio,
a veces creo
que todo amanece
para verte y que lo veas.

Después de estar contigo
quedamos los hombres
tu hermano entre ellos
delicadamente heridos…

nos va y viene
la sangre buscando
la salida al mismo
aire que te toca.

Quisiéramos
dejarnos ir a tu pelo,
por tu pelo,
vivirte
y vivir en ti.

18/1/20

Aquel adiós

¿Te acuerdas, abuela, de la última vez que nos vimos? Estabas muy malherida en una cama de hospital cuando entré y me quedé de pie, observándote. Tú y yo solos, como tantas otras veces, pero tan distintos. No podías ni siquiera escucharme porque habías empezado a bailar el quieto vals de los moribundos. Te hablé. Te di unas gracias roncas por haberme cuidado, por haber sido mi abuela, por haberte conocido, mi Tomasa valiente. Que podías ir tranquila, que conmigo habías cumplido, eso también te dije. 
Y el llanto, lleno de pasados, se me despeñó por los ojos resumido en dos lagrimones que acabaron reventados en el suelo, como una humilde ofrenda a los viejos dioses del hambre y la rabia. Después marché y te dejé a las puertas de la noche insondable.
Unas horas después me llamó tu hija, mi madre, para decirme que habías muerto.