2/9/16

No me trates así, corazón



No me trates así, corazón,
deja de darme cornadas
de luna creciente,
comprende que los vencidos
no tenemos más cosecha
que el desprecio o la caridad.

Orgullosa entraña,
tambor en mi pecho,
concede un gramo de aliento
a esta sombra asfixiada
que te lleva y te trae
nombrada con mi nombre.

Corazón, óyeme dentro,
la rabia que facturas
guarda para todos los buenos
que con amables patadas,
empujones y mordiscos
me devolvieron quebrado
a la cueva de los derechos.

No aprietes más,
comprende este minuto agónico
que parece infinito
por el que a duras penas
amontono la fuerza
para sustentar tu latido
contra las penas duras.

Señor de mi sangre,
concede una tregua.
Te lo suplico, corazón,
una leve tregua:
para que yo regrese
de nuestra derrota
has de darle hoy, ahora,
tiempo a mi tiempo.