30/1/13

Arranca el cante

El aire se comba un instante imperceptible.
Se despereza sacudiéndose la suciedad del silencio.
La guitarra, convertida en redil de corazones, calienta el tiempo, asesina las distancias.
Y la llama.
La vida se condensa enrojecida en una garganta insondable.
Atravesando siglos, vientres y hambres, llega la voz.
Arranca el cante.