Cualquier expresión artística, además del puro goce estético o de la emoción que provoca, suele tener señales del tiempo al que pertenece. El otro día, leyendo una novela de Benito Pérez Galdós titulada 'Cádiz' me encontré con este párrafo delicioso que no me resisto a reproducir. Flamenco e Historia. Al fin, una parte fundamental de España.
El párrafo dice así:
"Ocurrió esto
el día de la bomba. ¿Saben ustedes lo que quiero decir? Pues me refiero a un
día memorable porque en él cayó sobre Cádiz y junto a la torre de Tavira la
primera bomba que arrojaron contra la plaza los franceses. Ha de saberse que
aquel proyectil, como los que le siguieron en el mismo mes tuvo la singular
gracia de no reventar; así es que lo que venía a producir dolor; llanto y
muertes, produjo risas y burlas. Los muchachos sacaron de la bomba el plomo que
contenía y se lo repartían llevándolo a todos lados de la ciudad. Entonces
usaban las mujeres un peinado en forma de saca—corchos, cuyas ensortijadas
guedejas se sostenían con plomo, y de esta moda y de las bombas francesas que
proveían a las muchachas de un artículo de tocador, nació el famosísimo cantar:
Con las bombas que tiran
los fanfarrones,
hacen las gaditanas
tirabuzones"
los fanfarrones,
hacen las gaditanas
tirabuzones"
Ala, ahí os lo dejo.