Ayer tuve la suerte de ver un espectáculo que sinceramente me encantó. Una puesta en escena sobria, precisa, una bombilla, tres sillas, una mesa y un mantón. Nada más... y nada menos. Cante, baile y guitarra de calidad.
Una mezcla
deliciosa de modernidad y tradición. Movimientos que me recordaban a la danza
clásica se entrelazaban con los del flamenco antiguo. Dos bailaoras, un
guitarrista y el cante de Jesús Méndez. Cante y baile, baile y cante... tientos
del querer, alegrías, seguiriyas, levante, bulerías, tangos-tientos (sí, sí
tangos-tientos) y la sempiterna bulería de Jerez... Y ecos de la Paquera en la
voz del jerezano. Belén Maya ha tenido el acierto de crear un espectáculo
equilibrado y ameno. La mezcla perfecta en números de cante (con una seguiriya
terminada por cabal que me emocionó) y baile. Todo un acierto.
¿He dicho ya que me encantó?