Dios, si existieras,
si la flor de la cereza
estuviera en mis manos,
si mi voz fuera digna
y el cielo estuviera
preñado de tu piedad...
Dios, si fueras,
yo susurraría a la tierra,
a través de alguna colina rota,
una plegaria simple
para salvar tanto corazón que arde.
Dios, si las palabras bastaran
para cerrar en paz y panes el día,
te pediría clemencia
para los pecadores.
Entre ellos, yo.
24/9/18
22/8/18
Campanitas de la aldea
Los cantes flamencos son cantos rodados. Piedras que alguien arroja en el río de la cultura popular y que se van puliendo con los años y con el salto de un intérprete a otro.
Resulta curioso ponerse a escarbar un poquillo en el origen de algunas letras.
Lo hicimos en este blog con un romance y un cante de José Menese.
Os proponemos ahora un nuevo ejercicio de descubrimiento del origen de un cante: Campanitas de la aldea.
El cantaor Manuel González Lora, el Cojo de Huelva, lo hacía por bulerías.
Resulta curioso ponerse a escarbar un poquillo en el origen de algunas letras.
Lo hicimos en este blog con un romance y un cante de José Menese.
Os proponemos ahora un nuevo ejercicio de descubrimiento del origen de un cante: Campanitas de la aldea.
El cantaor Manuel González Lora, el Cojo de Huelva, lo hacía por bulerías.
16/6/18
Este mundo raro #poema
Llegamos ayer embriagados por un eco antiguo
de canciones que nos enredaban el pelo
y nos hacían cosquillas en los labios.
La brisa estaba enamorada
de nuestras ropas y era un hábito tuyo y mío
repasar las calles cogidos de la mano.
Hicimos murallas de libros
y aprendimos de memoria
esos poemas que tú sabes.
Creímos que sobreviviríamos
porque estábamos avisados
de la acidez de los limones.
Pero hoy estamos cayendo:
nos habíamos preparado para todo
menos para este mundo raro.
de canciones que nos enredaban el pelo
y nos hacían cosquillas en los labios.
La brisa estaba enamorada
de nuestras ropas y era un hábito tuyo y mío
repasar las calles cogidos de la mano.
Hicimos murallas de libros
y aprendimos de memoria
esos poemas que tú sabes.
Creímos que sobreviviríamos
porque estábamos avisados
de la acidez de los limones.
Pero hoy estamos cayendo:
nos habíamos preparado para todo
menos para este mundo raro.
27/5/18
El cuaderno del desamparo #poema
Tu imagen, piedra antes cuando vivías,
se va deshilando en el hueco
de memoria que me habitas.
El mundo, en este después que es ahora,
parece un salón de baile solitario.
Las palabras se me van despeñando
por las simas que, entre página y página,
surgen en este cuaderno del desamparo.
Levanto la cabeza al cielo
y se me cae encima la mirada,
como un chaparrón viscoso de ojos secos.
En una lápida hay unas letras de metal
con tu nombre, Tomasa,
pero aún no he vuelto a verlas desde aquel día.
Temo que mis preguntas
solo encuentren la respuesta del silencio,
que es el lenguaje de los muertos.
se va deshilando en el hueco
de memoria que me habitas.
El mundo, en este después que es ahora,
parece un salón de baile solitario.
Las palabras se me van despeñando
por las simas que, entre página y página,
surgen en este cuaderno del desamparo.
Levanto la cabeza al cielo
y se me cae encima la mirada,
como un chaparrón viscoso de ojos secos.
En una lápida hay unas letras de metal
con tu nombre, Tomasa,
pero aún no he vuelto a verlas desde aquel día.
Temo que mis preguntas
solo encuentren la respuesta del silencio,
que es el lenguaje de los muertos.
22/5/18
Miradas #poema
Hay miradas sentencia
que pesan como una vida,
miradas distancia
(«mi amor, no me dejes»).
Hay miradas fango
(«mira cómo te quiero y tú no»)
que manchan un grito largo
de tu habitación a la mía.
Hay miradas mañana
(«no me mires, estoy desnuda»)
y sábanas de arena
sobre nuestra cama.
Y encadenadas a tu vientre
(«yo te perdono todo»)
hay miradas de luz verde
que hacen florecer la carne.
que pesan como una vida,
miradas distancia
(«mi amor, no me dejes»).
Hay miradas fango
(«mira cómo te quiero y tú no»)
que manchan un grito largo
de tu habitación a la mía.
Hay miradas mañana
(«no me mires, estoy desnuda»)
y sábanas de arena
sobre nuestra cama.
Y encadenadas a tu vientre
(«yo te perdono todo»)
hay miradas de luz verde
que hacen florecer la carne.
19/5/18
Ateo #poema
No sé quién creó lo creado.
Como ni busco
ni llamo a Dios,
me pongo cada día
un traje de desamparo
y me echo al mundo
y a mis oficios
extrañado de quienes creen.
En la risa de mis niños,
en el limo que fecunda la tierra
y en el gesto perfecto de vuestros abrazos
palpita eso
–risa, limo y gesto–,
nada más que eso.
Y nada menos.
Como ni busco
ni llamo a Dios,
me pongo cada día
un traje de desamparo
y me echo al mundo
y a mis oficios
extrañado de quienes creen.
En la risa de mis niños,
en el limo que fecunda la tierra
y en el gesto perfecto de vuestros abrazos
palpita eso
–risa, limo y gesto–,
nada más que eso.
Y nada menos.
Espejo #poema
Soy de los que camina
evitando espejos
por si en uno,
al otro lado,
me devuelve el gesto
la bestia,
por miedo
a que me sonría
y chorreen de sus fauces
horribles
mis asuntos.
Y tenga yo que seguir,
como si nada,
cargado
con una nueva duda
–¿quién era imagen reflejada?
En mi carga de dudas,
otra más
sería crueldad.
evitando espejos
por si en uno,
al otro lado,
me devuelve el gesto
la bestia,
por miedo
a que me sonría
y chorreen de sus fauces
horribles
mis asuntos.
Y tenga yo que seguir,
como si nada,
cargado
con una nueva duda
–¿quién era imagen reflejada?
En mi carga de dudas,
otra más
sería crueldad.
16/5/18
Ala quebrada #poema
Al fin dormirá
mi reloj
en el fondo del mar
un sueño estropeado.
El espacio que habito
entre mi gente
se llenará
de aire y miércoles.
El sol seguirá,
mis ojos no,
y jóvenes inocentes
usarán del amor
como si fuera eterno.
Olvido,
ala quebrada,
apenas seré
uno de vuestros muertos.
mi reloj
en el fondo del mar
un sueño estropeado.
El espacio que habito
entre mi gente
se llenará
de aire y miércoles.
El sol seguirá,
mis ojos no,
y jóvenes inocentes
usarán del amor
como si fuera eterno.
Olvido,
ala quebrada,
apenas seré
uno de vuestros muertos.
22/4/18
¿Cuándo? #poema
¿Cuándo quitará
el cuervo su luto,
cuándo terminaremos
de escribir
todos los libros
y tendrá calma
esta sed
de no sabemos qué?
¿Cuándo perderá
el llanto su sal,
las puertas sus cerraduras,
su pereza
las mañanas
y el miedo
nuestros hijos?
¿Cuándo serás tú,
seré yo?
¿Tú y yo, cuándo
seremos nosotros?
el cuervo su luto,
cuándo terminaremos
de escribir
todos los libros
y tendrá calma
esta sed
de no sabemos qué?
¿Cuándo perderá
el llanto su sal,
las puertas sus cerraduras,
su pereza
las mañanas
y el miedo
nuestros hijos?
¿Cuándo serás tú,
seré yo?
¿Tú y yo, cuándo
seremos nosotros?
8/4/18
Cierto parque #poema
En medio del asfalto y el cemento
tengo cierto parque
en cierta ciudad,
con su verde tranquilo
y su memoria
de cuando yo era promesa
de lo que no se cumplió.
Cierto parque que sabe
y calla
porque el silencio
es su lenguaje y su arte.
No pido a sus tardes
ni a su fuente
nada distinto de lo que me dan:
hojas que crecen y caen,
un hilo de agua
y griterío infantil.
En medio del asfalto y el cemento
a su verde tranquilo acudo
en busca de treguas,
breves pero treguas,
en la guerra que voy a perder
contra cierta ciudad.
tengo cierto parque
en cierta ciudad,
con su verde tranquilo
y su memoria
de cuando yo era promesa
de lo que no se cumplió.
Cierto parque que sabe
y calla
porque el silencio
es su lenguaje y su arte.
No pido a sus tardes
ni a su fuente
nada distinto de lo que me dan:
hojas que crecen y caen,
un hilo de agua
y griterío infantil.
En medio del asfalto y el cemento
a su verde tranquilo acudo
en busca de treguas,
breves pero treguas,
en la guerra que voy a perder
contra cierta ciudad.
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