Soy de los que camina
evitando espejos
por si en uno,
al otro lado,
me devuelve el gesto
la bestia,
por miedo
a que me sonría
y chorreen de sus fauces
horribles
mis asuntos.
Y tenga yo que seguir,
como si nada,
cargado
con una nueva duda
–¿quién era imagen reflejada?
En mi carga de dudas,
otra más
sería crueldad.