Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
21/5/14
Blanca cera y dulce miel
Antonio Machado escribió un día un poema que contenía esta estrofa:
14/4/14
Un campesino camino del exilio (1939)
![]() |
Llegada del Sinaia a Veracruz (Méjico). |
Ocurrió
en el Atlántico, ese ancho pasillo por el que navegaban muchos sueños y
bastantes fracasos. El vapor Sinaia cruzaba este océano de valientes a
principios de junio de 1939 rumbo a México, cargado de exilio español.
Así
llegó al puerto de Veracruz la primera expedición de republicanos que, acogidos
por el presidente Lázaro Cárdenas, llegaron a sumar unos 30.000 tras 17 viajes.
Muchos eran
intelectuales y su acogida supuso un gran impulso cultural para Méjico.
En
aquel primer crucero, en el Sinaia, había algo más que intelectuales.
Fue el
caso de un campesino andaluz que puso al mal tiempo buena cara. En el saco de
la tristeza lleva muchos bultos: dos de sus hermanos habían muerto en el frente
y también había muerto su madre, consumida por la pena.
Él se creció
y, en alpargatas y camino del exilio, dijo (tal y como quedó registrado en el
diario de a bordo):
- ¡A mí que me den un azadón! Lo demás corre por mi cuenta.
COLOMBIANA DEL CAMPESINO EXILIADO
Mañana veremos México
no llores más compañera,
en volver a sonreír
tú vas a ser la primera,
tira tus penas al agua
que las coja quien las quiera.
Dejadme un trozo de tierra
y pa´ la mano un azadón
que de buscar sol y lluvia
ya me iré ocupando yo,
no va a pedir más limosna
un campesino español.
Allí vivo
En un planeta raro,
manojos de tierra dura,
continentes de angustia.
En un país salino,
ciudad del desamparo,
barrio amargo.
En la plaza abandono,
junto a la esquina de la pena...
Casa Esperanza.
Allí vivo.
manojos de tierra dura,
continentes de angustia.
En un país salino,
ciudad del desamparo,
barrio amargo.
En la plaza abandono,
junto a la esquina de la pena...
Casa Esperanza.
Allí vivo.
28/3/14
Dos coplas para Isabel
En una playa de viento
recogí piedras de acero,
me acordaba de mi mare,
fuente de mis consuelos.
Fatigas tiene el camino,
los pasitos me dan sed.
Buscando voy como un loco
tu agua fresca, Isabel.
Ya no atacan los martillos,
ya los peñascos no abrasan,
se durmieron los cuchillos
y brotó una flor en calma.
Preguntas mi paradero,
que dónde tengo mi casa,
si quieres saber mi sangre...
de Isabel la de Tomasa.
Aunque se cansen las olas,
cuando se agoten los días,
después del fin da la vida,
en el silencio a solas
aún sonará tu risa.
16/3/14
El Sol, por la noche
Para Ander y Dani
se queda un poco parado
hasta que se acostumbra
a la falta de cielo.
1/3/14
Paco
Ha muerto Paco de Lucía y han sido innumerables y justísimos los reconocimientos que ha recibido el genio de la guitarra.
Otros lo han dicho mejor que yo y no merece la pena que reitere la beneficiosa revolución que para el flamenco ha supuesto el arte que tenía en los dedos el de Algeciras.
Pero no he podido dejar de pensar en algo estos días.
Otros lo han dicho mejor que yo y no merece la pena que reitere la beneficiosa revolución que para el flamenco ha supuesto el arte que tenía en los dedos el de Algeciras.
Pero no he podido dejar de pensar en algo estos días.
19/2/14
Llorando estrellas
![]() |
Fotografía Alitana. Movimiento de las estrellas en el Pico de San Lorenzo. |
Al sol le salieron canas
y la tarde se hizo tan ancha
que la luz no llegaba a las esquinas.
El cielo comenzó a contar mentiras
y me dijo que era un pozo humilde
habitado por un chispear de luciérnagas.
Una mujer, cazadora de instantes,
acechaba tras su corazón terrestre
a la noche azul que ardía.
Y allí apareció San Lorenzo.
Llorando estrellas.
5/2/14
29/1/14
Bravura
Una vez, por esas tierras de niebla y piedra, alguien dijo que José Menese no cantaba. Que la voz del de la Puebla de Cazalla era otra cosa, que no era música sino algo parecido a una embestida de toro bravo.
Cuando el cantaor de Logroño me contó esta anécdota, me acordé del poema de Miguel.
Y después los he recordado a los dos muchas veces, en los ratos cristalinos de soledad.
Por eso no hago caso a los que me manchan la voluntad diciéndome que el cante y la poesía no sirven de nada.
Porque sí sirven.
Cuando se me agotan la inteligencia, el talento y las fuerzas... me acuerdo de José y de Miguel. Me acuerdo de que queda el corazón.
Y embisto con bravura.
23/1/14
Antes de lo inevitable
Romper el barro de los días,
desterrar el vértigo de las hormigas,
echar al mar la cajita de madera
que guarda los gestos rutinarios,
aguantar el duro momento del miedo.
Salir al aire, a la ferocidad de la mañana,
exponerse a los ojos hambrientos,
soñar con gigantes,
temblar bajo la cascada de luz del mediodía,
saber que todo dolerá.
Levantarse,
abrir los ojos,
mojar las manos en los estanques
donde nadan vuestros corazones.
Y, al fin,
de pie,
sonreír a la muerte como a lo inevitable.
desterrar el vértigo de las hormigas,
echar al mar la cajita de madera
que guarda los gestos rutinarios,
aguantar el duro momento del miedo.
Salir al aire, a la ferocidad de la mañana,
exponerse a los ojos hambrientos,
soñar con gigantes,
temblar bajo la cascada de luz del mediodía,
saber que todo dolerá.
Levantarse,
abrir los ojos,
mojar las manos en los estanques
donde nadan vuestros corazones.
Y, al fin,
de pie,
sonreír a la muerte como a lo inevitable.
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