29/1/14

Bravura

Una vez, por esas tierras de niebla y piedra, alguien dijo que José Menese no cantaba. Que la voz del de la Puebla de Cazalla era otra cosa, que no era música sino algo parecido a una embestida de toro bravo.
Cuando el cantaor de Logroño me contó esta anécdota, me acordé del poema de Miguel
Y después los he recordado a los dos muchas veces, en los ratos cristalinos de soledad. 
Por eso no hago caso a los que me manchan la voluntad diciéndome que el cante y la poesía no sirven de nada. 
Porque sí sirven. 
Cuando se me agotan la inteligencia, el talento y las fuerzas... me acuerdo de José y de Miguel. Me acuerdo de que queda el corazón.
Y embisto con bravura.