28/1/12

La voz como instrumento

El cantaor de Logroño anda con gripe y, cosas de la vida, tiene dos actuaciones este fin de semana. Cuando tu instrumento va contigo siempre en tu garganta es más complicado cuidarlo. No puedes dejarlo guardado en un estuche en cualquier lugar seguro. No puedes cambiarle una cuerda si se rompe, ni afinar tirando de las cuerdas antes de una actuación. 
Las cuerdas vocales te acompañan cuando pega el frío, cuando tragas humo, cuando te bajan las defensas y los virus llegan siempre por el mismo sitio.
Entonces, cuando la garganta está medio rota, sólo se puede echar mano de apaños: miel, ginsen, gárgaras, jaculatorias y rezos variados.
O un amigo que también sea cantaor y te eche un quite cuando la cosa se ponga complicada de verdad. La vida del artista...