Nado por tus habitaciones
y tus armarios,
una y otra vez,
entre minutos y meses.
Al salir a la calle
te miro
como si me mirara a mí,
grises muros llenos de amor,
vacíos de color.
Vieja casa en la que crecen
mis niños,
quisiera escribirte un poema
y me sale este algo nostálgico,
como si ya hubiera perdido
lo que perderé.
Mis niños anticipan distancias
y esquinas de tiempo
que quedarán dobladas
cuando se ausenten de ti,
vieja casa,
y de mí.