He contemplado el vals de sol y luna
cuando pisan el párpado del cielo
unidos por un interminable hilo.
He contemplado por los caminos
vertederos de corazones ocres
resumidos en vidrio y rotura.
He contemplado gigantes caídos
rodeados de un silencio de bronce
tras comprender que era vana su altura.
El tiempo es un mar sin playa ni espuma:
yo pensaba que mi padre era un viejo
hasta que vi lo joven que era mi hijo.