Ricardo Sanz. |
Una petenera sobre un episodio de la Guerra Civil, sobre la campaña catalana en la Navidad del 38.
COMBATE NOCTURNO EN CATALUÑA
Las tropas de Franco
tenían aplastante superioridad de artillería y aviación y la moral reforzada. Sabían
que llegar a Barcelona y después hasta la frontera francesa era cuestión de
tiempo, así que no se molestaban en grandes estrategias militares: atacaban de
frente y de día, por derecho. En cambio, las
tropas republicanas se contentaban con aguantar, en unos casos, huir en otros,
y, en contadas ocasiones, contraatacar de noche para igualar la desventaja de
cañones y aviones. El día de
Nochebuena, uno después del inicio de la ofensiva sobre tierras catalanas, por
el norte, la 150 división de los sublevados, al mando del general
Siro Alonso, se enfrentó a la 26 de los anarquistas, a cargo del
teniente coronel Ricardo Sanz, una de las unidades que mejor mantuvo el tipo
mientras iba retrocediendo. Fue un choque brutal, feroz, una de las defensas
más numantinas de los republicanos en esta fase de la guerra, a base de
contraataques con bombas de mano por la noche, matando y muriendo a ciegas.
Cuando llegó la hora
oscura
los batallones se alzaron,
con furia en las dentaduras
sus miembros ensangrentaron.
Manadas de negros soles
oscurecían las sombras,
los hombres mataban hombres
como ciegos y a deshoras.
Y Dios se había dormido
cuando despertó la muerte,
silenciosa en el camino
dictaba su mala suerte.